Como diseñador de Artome, he recibido comentarios positivos sobre la apariencia de nuestro producto. Los elogios siempre son bienvenidos, pero cuando los recibo, mi pensamiento inmediato es que espero que la persona que hace el comentario también haya visto más allá de la superficie y haya tenido en cuenta todas las características que esconde el producto en su interior.
En mi opinión, nuestra verdadera baza reside en cómo podemos dar a los arquitectos u otros diseñadores de espacios la libertad de diseñar el espacio de modo que la tecnología de presentación forme parte del espacio en su conjunto.
Nuestros productos son soluciones de presentación portátiles y sin instalación, cuyo único requisito técnico en el espacio es una salida y una superficie sobre la que proyectar la imagen. Naturalmente, en un espacio puede haber varias superficies reflectantes, como por ejemplo en un aula flexible. No se requiere instalación fija directamente en estructuras ni experiencia en tecnología audiovisual. Esto permite al diseñador del espacio la libertad de actuar de forma independiente también como diseñador audiovisual.
Gracias a la portabilidad de nuestros productos, también es posible cubrir las necesidades de presentación de varios espacios separados con un solo dispositivo Artome. Por ejemplo, es fácil utilizar un dispositivo que se encuentra principalmente en el aula como pantalla de información en el vestíbulo, donde la necesidad de uso es tan rara que no es rentable adquirir un sistema audiovisual independiente.